MONUMENTOS
La zona arqueológica está integrada por una plaza central, denominada Terraza 1, en la que se localizaban las residencias de los miembros de la élite. La Terraza 25 cuenta con un patio similar al de Teopantecuanitlán, zona ubicada en el estado de Guerrero. En el centro del patio hay un altar con reminiscencias de algunos encontrados en La Venta.
La Estructura 4 es la mayor de las construcciones de Chalcatzingo. Se trata de una construcción de planta casi cuadrada, de aproximadamente 70 metros por lado. En las inmediaciones de este edificio se han descubierto enterramientos de personajes de altos estatus, los cuales portaban ornamentos de jade y espejos de magnetita. La mayor parte de los enterramientos se han localizado bajo los pisos de las casas, todos ellos con elementos que han permitido conocer la diversidad y las jerarquías en la sociedad preclásica de Chalcatzingo.
Esta zona cobró notoriedad por la gran cantidad de petroglifos y relieves que se han encontrado en la región, los que constituyen una importante cantidad de testimonios sobre las creencias religiosas de los pueblos mesoamericanos del Preclásico Medio.
Varios petroglifos se han localizado en las inmediaciones de los cerros, lo que muestra el papel simbólico que éstos tuvieron como objeto de culto de los antiguos habitantes de este emplazamiento.
A partir del año 1000 hasta el 100 a.C., Chalcatzingo fue un importantísimo centro político y religioso. De esa época data una serie de relieves hechos en las paredes de roca y en algunas de sus construcciones. Los más famosos son El Rey, Los Jaguares y las estelas de El Cazador y de La Reina.
Por otro lado, en el Museo de Chalcatzingo se encuentran más de 240 piezas obtenidas de la zona, en su mayoría cerámica como vasijas, cucharas, braceros, figuras femeninas y hasta un esqueleto.